sábado, 3 de enero de 2009

Feliz Navidad (atrasada)

Bueno pues eso, que iba a escribir a hace unos días, pero me lié y al final se me han pasado las fiestas. Pero no os preocupéis, no pienso cambiar los planes. Voy a escribir de lo mismo que tenía pensado hace unos días.

La Navidad. Esa época tierna, donde nos hacemos regalos, comemos y bebemos hasta reventar y los sentimientos se magnifican (como en Gran Hermano). Esa época de stress en los centros comerciales, borrachos al volante y en la que el número de suicidios se dispara. Todos aman u odian la Navidad, a pocos les deja indiferente.

Pero hay un colectivo que vive con especial ilusión estas fiestas. El de los niños. Estos pequeños diablillos se pasan todo el año deseando que lleguen esos pocos días en los que son agasajados con regalos provenientes del Polo Norte, Laponia y Oriente. Yo era el primero que me pasaba casi la noche sin dormir, esperando la llegada de los Reyes Magos. La noche anterior, había dejado convenientemente preparado el soborno. Unos buenos donettes y un cubo de agua para los camellos no podrían ser ignorados. Eso debería tener repercusión en los regalos. Sólo que un año no funcionó y me encontré bajo el árbol de navidad una servilleta de cuadros azules y blancos (jamás lo olvidaré) y un buen trozo de carbón. No es broma. Los "carbones" de los Reyes Magos habían escondido todos los regalos en un armario y habían dejado sólo un pedazo de carbón de azúcar bajo el árbol. En ese momento toda mi vida pasó ante mis ojos, pero no pude apreciar los capítulos por las lágrimas que emborronaban mi visión.

Por este episodio de mi vida, empatizo bastante con Nano, el protagonista del vídeo que viene a continuación. Nano es un niño (ficticio, por lo que parece), que escribió una carta a Papá Noel, para comentarle lo que le habían parecido los regalos que le había traído el gordito de la barba. Esta carta llegó a las manos de los presentadores del famoso programa radiofónico Gomaespuma, que por supuesto compartieron con el mundo la misiva. He aquí el resultado:



Desde luego, que la carta tiene gracia, aunque si os soy sincero, me gustó mucho más cuando la oí por primera vez, unos cuantos años atrás. ¿Habré madurado? Mmmmm, nahhhhh.

Pues con esto os dejo hasta la próxima, no sin antes desearos que el 2009 sea el mejor de todos los años vividos hasta ahora.

1 comentario:

vcucho dijo...

Aunque con retraso,y por problemas técnicos me ha sido imposible poder escuchar tan graciosa carta.
La verdad es que el chaval se ha desahogado agusto y con razón,se ha esforzado y joe pobrecillo lo que le ha traído el menda,jejeje.
Yo solo digo que hay que ser bueno siempre y no solo en navidad por los puñeteros regalitos.